Miguel Bosé no se ha destacado nunca por los valores republicanos, ha sido un niño bien y aventajado que irrumpió con canciones que se popularizaron en la juventud española y hasta allí podría valorarse, pero sus ideas políticas muy relacionadas con la ultra derecha no conjugan con ninguna democracia, ni libertad, ni igualdad.
Ni siquiera se ha pronunciado por el escándalo del emérito, ni por la corrupción política del Partido Popular, ni por el franquismo. Y con todo pronóstico, más allá de la posibilidad de haber consumido alguna dosis elevada de alguna sustancia, bajo la tela la magia y hasta los tuétanos convencido de la teoría de la conspiración del 5G que nos va a comer la cabeza, portador de las viejas teorías inquisidoras de la edad media para matar brujas o curaciones provenientes del más allá, mientras la gente moría a granel en las calles por la peste ante la falta de medidas sanitarias, ha aprovechado su fama y popularidad para promover, difundir y respaldar la manifestación contra el uso de mascarillas impuesto como medida preventiva contra el Covid19 que ya se ha comido la vida de miles de personas y millones en vías de contagio.
Quizás para este niño Bosé que no ha crecido, escupir en la calle y donde se le antoje es una actitud de libertad o limpiarse los dientes con un buen cepillo y dentífrico, lavarse las manos con jabón o ducharse son anaqueles higiénicos preventivos son atentatorios o tal vez el uso del condón sea una conspiración de "Durex".
En fin, con más de 342 mil contagiados y más de 28 mil muertos en España a causa del Covid19 y con nuevos positivos en línea ascendente, unas dos mil quinientas personas se conglomeraron este domingo en Madrid, para manifestarse en contra del uso obligatorio de la mascarilla, después de que todas las comunidades autónomas exigen en sus territorios su utilización incluso cuando hay distancia de seguridad.
La manifestación, apoyada por el cantante Miguel Bosé y VOX, no sólo ha servido para protestar contra la mascarilla, sino también para alinearse en las teorías conspiratorias que rechazan que exista el coronavirus y que por ejemplo echan la culpa al 5G. De hecho, se han escuchado gritos de “queremos ver el virus, “bote, bote, bote, aquí no hay rebrote”, “no hay miedo”, el masón al paredón”, “lo que mata es el 5G” o “falsos test, falsos positivos”, entre otras frases caricaturescas.